Salud mental y lesiones físicas lideran uso de licencias médicas falsas en Chile

Más de 62 mil licencias fraudulentas fueron rechazadas en el primer semestre de 2025, con un perjuicio superior a $85 mil millones, según la SUSESO.

El fraude en licencias médicas continúa siendo un problema en Chile. De acuerdo con el último informe de la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO), durante el primer semestre de 2025 se rechazaron más de 62 mil licencias falsas, lo que significó un perjuicio estimado en más de 85 mil millones de pesos.

El reporte señala que los diagnósticos más utilizados para justificar licencias irregulares corresponden a trastornos de salud mental y enfermedades musculoesqueléticas, con marcadas diferencias entre hombres y mujeres.

En el caso de las mujeres, un 38,7% de las licencias fraudulentas observadas se concentró en cuadros depresivos y ansiosos, mientras que un 14,2% estuvo asociado a problemas osteomusculares como lumbago y cervicalgias. Entre los hombres, en tanto, prevalecieron las lesiones traumatológicas (21,5%), seguidas por trastornos de salud mental (27,9%).

Rodrigo Varela, gerente legal de ALTO INMUNE, explicó que “el dato más preocupante es que las licencias falsas siguen usando las mismas patologías que concentran la mayor carga real de enfermedad en la población. Esto hace más difícil detectarlas y permite que se escondan dentro del promedio estadístico”.

El informe también advierte que las comunas urbanas concentran la mayor cantidad de irregularidades, principalmente en el sector privado, donde se han detectado redes organizadas de emisión fraudulenta.

La SUSESO ha reforzado la fiscalización digital y el cruce de información con prestadores de salud para detectar patrones sospechosos. Varela añadió que el desafío es equilibrar la fiscalización con la protección de quienes realmente necesitan este beneficio. “No podemos permitir que el fraude erosione la confianza en un sistema vital para millones de trabajadores chilenos”, afirmó.

Más allá del impacto económico, las autoridades advierten que el abuso de licencias falsas pone en riesgo la sostenibilidad del sistema y retrasa la atención de pacientes que requieren de manera legítima este apoyo.