León XIV: el primer Papa estadounidense rompe con los tabúes del Vaticano

Robert Francis Prevost fue elegido como el Papa número 267 de la Iglesia Católica en un cónclave breve y decisivo. Con una trayectoria pastoral en América Latina, asume el pontificado con un llamado a la paz, el diálogo y la unidad en una Iglesia global.

Robert Francis Prevost, de 69 años, ha sido elegido como el Papa número 267 de la Iglesia Católica y ha adoptado el nombre de León XIV. Es el primer pontífice nacido en Estados Unidos, una elección que marca un hito en la historia del Vaticano al romper con el tabú de que un papa no podía provenir de una potencia mundial. El cónclave más multicultural hasta la fecha concluyó en solo cuatro votaciones, tras las cuales Prevost logró reunir los 89 votos necesarios entre los 133 cardenales participantes.

Con una amplia trayectoria en América Latina, especialmente en Perú, donde fue obispo de Chiclayo durante décadas, el nuevo papa ha sido considerado un hombre cercano al legado de Francisco. En su primer discurso desde el balcón central de la basílica de San Pedro, pronunció palabras en español, saludando a su antigua diócesis y apelando a la construcción de puentes, la paz y el diálogo como ejes de su pontificado. También hizo referencia a la sinodalidad, concepto promovido por su predecesor y que ha generado tensiones con sectores más conservadores.

Durante su presentación, León XIV vistió la muceta papal, prenda simbólica que había sido dejada de lado por el papa Francisco, lo que fue interpretado como una señal de respeto a ciertas tradiciones. A pesar de ello, su mensaje ha seguido una línea inclusiva y de continuidad con la visión reformista anterior. La elección fue recibida con entusiasmo tanto en la plaza de San Pedro como a nivel internacional, donde líderes políticos y religiosos expresaron su deseo de colaboración con el nuevo pontífice.

El impacto simbólico y político de su elección ha sido inmediato. Desde Estados Unidos, figuras relevantes celebraron la designación de un compatriota como líder de la Iglesia Católica, mientras que desde la Unión Europea se destacó la esperanza de que el nuevo papa contribuya a la unidad, la solidaridad y los valores compartidos en un mundo dividido. Con una sólida formación pastoral y experiencia en la Curia, León XIV asume el desafío de liderar una Iglesia global en tiempos de polarización y cambio.