¡A estirar las piernas!: Cómo prevenir la trombosis del viajero y otros riesgos durante las vacaciones

Contar con un botiquín de primeros auxilios y consumir alimentos debidamente cocinados, además de agua embotellada, es importante para evitar problemas de salud.

La época estival es sinónimo de vacaciones, instancia en que muchos chilenos deciden trasladarse hasta su destino favorito. Pero, el inicio de un merecido descanso podría transformarse en una verdadera pesadilla si no se toman las medidas preventivas necesarias.

¿Qué peligros existen al viajar?

1. Trombosis del viajero: Consiste en un coágulo venoso que se presenta en pacientes que han tenido un viaje prolongado. Algunos factores que aumentan su riesgo son viajar más de 4 horas en un asiento con poca movilidad, obesidad o sobrepeso, además de ingerir una cantidad considerable de alimentos, café o alcohol, y una baja ingesta de agua. Para prevenirla, el Dr. Vicente Rodríguez, cirujano vascular periférico de Clínica Dávila, recomienda: “Considerar usar ropa holgada y calzado cómodo; tomar abundante líquido, evitando el alcohol y estirar las piernas o levantarse al menos cada dos horas, para estimular el retorno venoso”.
2. COVID-19/virus en el extranjero: Los peligros fuera del país, según explica la jefa de Infectología de Clínica Santa María, Dra. Claudia Cortés, dependerán del lugar del mundo al que nos dirijamos. “Es distinto si yo me voy a hacer un safari en África, si recorro el Amazonas o me voy a una playa al norte de Perú. Por ello, se requerirá una evaluación médica y la administración de las vacunas que se soliciten dependiendo del destino, además de las enfermedades y/o factores de riesgo personales”, detalla la profesional. En el caso de la vacuna contra el COVID-19, está indicada actualmente para todas las personas que tengan alguna comorbilidad, pacientes inmunosuprimidos y, particularmente, para los mayores de 65 años.
3. Intoxicación alimentaria/problemas gastrointestinales: “La diarrea del viajero es un conjunto de molestias digestivas, que incluye deposiciones disueltas y acuosas que se presentan 24 horas durante y hasta siete días después de un viaje”, explica la Dra. Natalia Vidal, urgencióloga Clínica Dávila Vespucio. Frente a ello, la especialista recomienda utilizar y consumir agua embotellada o hervida, asegurándose que los sellos no estén alterados. Además, se aconseja no consumir hielo, ya que está habitualmente fabricado con agua de la llave. “En cuanto a la comida, lo más seguro es consumir alimentos que estén recién cocinados y calientes, evitando los crudos y aquellos que han tenido mucha manipulación como ensaladas y batidos de fruta, o expuestos al ambiente durante mucho tiempo. Siempre será importante el lavado de manos”, agrega la urgencióloga.
4. Hanta: El síndrome cardiopulmonar por Hanta Virus provoca un conjunto de síntomas que compromete tanto el pulmón como el corazón. Su forma más grave puede llegar a la mortalidad hasta en un 70% de los casos. 
   La Dra. Leonila Ferreira, jefa de UPC de Clínica Biobío, comenta: “El ratón de cola larga suele transmitir este virus a través de su saliva y orina en lugares o cabañas de veraneo cerradas por largo tiempo y, también, cuando el hombre se acerca a su hábitat a acampar y deja comida cerca”.

Frente a ello, la especialista recomienda mantener siempre los alimentos debidamente cerrados y limpiar todas las superficies, ventilando cabañas o lugares cerrados por un tiempo significativo.

¡No olvides tu botiquín!

El Dr. Mauricio Cancino, médico internista de Clínica Ciudad del Mar, detalla: “El maletín de primeros auxilios debe ser una caja visible, de material resistente, transparente, espacioso y fácil de transportar. En él incluiremos apósitos, tela adhesiva, gasa estéril, vendas de gasa, tijeras, férulas o palos de helado, un cartón de 10 o 15 centímetros -idealmente del tamaño de la muñeca-, termómetro axilar, compresa de frío o calor, alcohol gel, jabón neutro, suero fisiológico, alcohol al 70% y mascarillas”.

El Dr. Alfredo Labarca, urgenciólogo de Help, complementa: "Deben incluirse, además, medicamentos de uso habitual como analgésicos, antiespasmódicos y antialérgicos como la desloratadina”.
“Si ya se tomó un analgésico y el dolor no pasa, por ejemplo, la persona tiene un dolor de cabeza muy intenso, náuseas y/o vómitos inmanejables con las medidas básicas en la casa, probablemente sea el momento de acudir a un servicio de urgencia”, concluye el especialista.